Psicomotricidad en Familia: ¿De qué se trata?
La propuesta consiste en una sesión de exploración y juego libre para criaturas de 18 meses a 2 años,
acompañadas de sus familiares. Se basa en las propuestas metodológicas de la práctica
psicomotriz educativa-preventiva (Bernard Aucouturier) y del movimiento libre (Emmi Pikler).
Es un espacio en el que podemos acoger las necesidades básicas de movimiento espontáneo y
exploración, en un entorno adecuado y seguro. Una sala preparada con materiales apropiados,
que permiten a las criaturas experimentar el placer de ser ellas mismas, del movimiento y de las
acciones de su propio cuerpo. A través del cuerpo y el movimiento las criaturas expresan su
mundo interior y se comunican con el exterior.
Es un lugar donde las criaturas y las familias tienen un tiempo de dedicación mutua, para
compartir juegos, conquistas y emociones. Un tiempo relajado, que permite respetar el ritmo de
las criaturas y fomentar su autonomía.
Es un ambiente compartido, en el que fortalecer el vínculo con los familiares y abrirse a las
primeras experiencias de encuentro con otras criaturas.
La actividad motriz espontánea favorece un desarrollo sano, la coordinación corporal, la
autonomía, la autoestima, y la confianza en sí mismas y en el entorno.
El lugar de las familias
La familia es el núcleo que nos acoge en el momento en que llegamos al mundo. Al interior de
este núcleo es donde se forman las primeras relaciones del yo, consigo mismo y con el otro.
La presencia de los familiares acompañando al juego de las criaturas es un aspecto muy valioso,
ya que permite que éstas se sientan valoradas y capacitadas por las personas referentes, con las
que tienen el vínculo de apego.
La invitación es que las mamás y los papás juguéis con vuestras hijas e hijos, estando presentes
en la interacción y abiertas a escuchar sus propuestas de juego.
El lugar de las criaturas
En las sesiones de juego motriz nos centramos en la acción espontánea de las criaturas: ellas
son las protagonistas, el espacio está preparado de manera segura para que puedan explorar y
jugar de manera espontánea.
Las madres y los padres se relacionan con sus hijas e hijos a través de su lenguaje natural: el
juego y la expresividad motriz.
El papel de la psicomotricista
La actitud básica de la psicomotricista es la de confiar en la persona, en el desarrollo humano y
el impulso vital. Por lo tanto su papel en la sala será, en término generales, él de crear unas
condiciones básicas para que las niñas y niños y sus familias se sientan cómodas y seguras.
Su papel se concretiza por lo tanto en:
- Preparar el espacio con materiales adecuados y que propicien la exploración y el juego;
- Acompañar el juego y las interacciones, cuidando que se genere un espacio seguro física
y emocionalmente; - Estar presente, en posición de espera y escucha activa a la expresión motriz de las
criaturas, permitiendo que su deseo se manifieste, dando significado a sus acciones y
acompañando su evolución; - Mantener una actitud basada en el respeto de las criaturas y de su trayectoria individual
y en la empatía y el reconocimiento de las emociones que aparezcan. Su disponibilidad
corporal, mirada y presencia permiten un ambiente acogedor y auténtico.
Estructura de la sesión y distribución del tiempo
La sesión se caracteriza por un dispositivo espacial y temporal específico y adaptado a estas
edades, que permite la contención y evolución de la expresividad motriz.
El dispositivo temporal se organiza por medio de fases sucesivas:
- El ritual de entrada: bienvenida y reconocimiento de las criaturas y sus familias;
- La fase de expresividad motriz: juego libre;
- El ritual de salida: canción y despedida.
Todos los miércoles de 16h a 17h
Acompaña la actividad:
Roberta Castellan, Formación en educación libre (La Caseta, Barcelona), acompañamiento emocional (SENDA, Barcelona) y psicomotricidad educativa-preventiva (AEC, Barcelona).
Actualmente cursando una formación de doula (Guardianas del nacimiento, Alicante).
Acompañando en espacios de educación libre y grupos de psicomotricidad.