Proceso de adaptación escolar del niño y de la niña
¿Qué significa adaptación escolar?
Cada vez que algún cambio se produce en la vida, las personas necesitamos un tiempo para integrar la novedad, hacernos con ella, y sentirnos cómodas con los nuevos parámetros.
El comienzo del cole y la adaptación escolar infantil son un momento clave en la infancia, que trae consigo muchos cambios para niñas y niños: pasar del espacio familiar a un grupo de socialización más amplio y entre iguales, separarse de las personas de apego durante unas cuantas horas, encontrarse
con un ambiente nuevo, que se limita y sostiene por unas normas, y con otras personas hasta entonces desconocidas.
Para que las criaturas puedan asumir e integrar tantas novedades, es imprescindible poder contar con el acompañamiento y el sostén emocional de la familia. El proceso de adaptación lleva implícito la elaboración psíquica, emocional y física de la separación del espacio fusional de la niña o el niño con su figura de apego, para dar lugar a una nueva etapa, en la que el interés se va desplazando progresivamente hacia el mundo exterior.
Este pasaje del interés desde lo familiar hacia lo social conlleva un reto emocional tanto para la criatura como para su familia.
La importancia del periodo de adaptación escolar en Xantala
Los primeros días en Xantala son un tiempo que vivimos desde la calma, en el que toda la familia es acogida dentro del proyecto del que empieza a formar parte. Consideramos que el proceso de adaptación escolar es bidireccional: sobre todo si se trata de la primera separación, ésta afecta tanto a las criaturas como a sus familiares.
La adaptación también permite a las personas adultas integrarse en la comunidad de la que formamos parte los equipos pedagógico y de gestión, las familias y las criaturas. A veces se mueven emociones profundas en las personas de la familia que acompañan a sus criaturas en la adaptación. Esto forma parte de la vivencia; como hemos dicho, el proceso se produce en dos direcciones.
Es por ello que en Xantala buscamos y ofrecemos espacios de comunicación y
acompañamiento también a las familias. Se trata de una característica esencial del proyecto, que se vuelve todavía más fundamental en el momento de construcción del vínculo entre las familias y el equipo pedagógico.
¿Cuánto dura la adaptación escolar en Xantala?
La adaptación escolar es un proceso que evoluciona: esto quiere decir que no es algo que se desarrolla de un día para otro, sino que necesita de un tiempo para establecerse de manera adecuada. Durante este proceso la criatura necesita aferrarse a la seguridad de lo familiar para poder afrontar su permanencia en un espacio desconocido, que le es extraño en un
primer momento. Sobre todo, consideramos que cada familia tiene sus propias
singularidades en función de su historia y sus vivencias, por lo que ningún proceso se presenta igual que otro.
Una característica de este proceso es que no se establece de manera lineal, lo que implica que generalmente se darán pasitos hacia delante y también se volverá hacia atrás, como una condición, podríamos decir, inherente al mismo.
Por eso es importante tener presente que después de atravesar una enfermedad, de unas vacaciones o de una situación de cambio o inestabilidad, algunas criaturas necesitan un tiempo para volver a situarse, a pesar de haberse familiarizado ya con el espacio.
Fases del proceso de adaptación escolar
En Xantala diferenciamos tres fases en el proceso de adaptación escolar infantil.
Primera fase del proceso de adaptación escolar
En un primer momento, la criatura entra en un espacio nuevo en el que aún no conoce a nadie, por lo que necesita la proximidad física de su familiar. La persona de apego es el vehículo a través del que la criatura empieza su exploración y conquista del espacio: la acompaña a los ambientes que quiere conocer, juega y conoce con ella los materiales y las
demás personas. Mostrando confianza en este lugar nuevo, el familiar transmite la tranquilidad necesaria para que la niña o el niño empiece a vincularse desde un lugar de seguridad.
Segunda fase del proceso de adaptación escolar
En un segundo momento, las criaturas han adquirido la confianza necesaria para moverse por el espacio sin el acompañamiento familiar. Ya se ha empezado a establecer el vínculo con las iguales y con las acompañantes. La persona que acompaña está presente en el espacio para ofrecer el sostén emocional necesario en los momentos de conflictos, frustraciones, cansancio, etc.
Tercera fase del proceso de adaptación escolar
Un tercer momento, y el último del proceso, se comienza a dar cuando la criatura está preparada para prescindir por momentos de su familiar. Esto implica que el vínculo con las acompañantes es suficientemente fuerte como para poder sostener emocionalmente a la
criatura.
¿Cómo se crea el vínculo?
El vínculo con un espacio y unas personas de referencia nuevas se empieza a establecer desde el placer. El placer de moverse en libertad, explorar, conquistar el espacio, jugar, sentirse reconocida, valorada y acompañada en las vivencias cotidianas.
Como hemos mencionado, la confianza que sienten las personas adultas es fundamental para transmitir el mismo sentimiento en las pequeñas: las familias dan paso, abren su esfera de fusión a que otras personas puedan entrar. De esta manera, las acompañantes nos podemos acercar a las criaturas, jugando con ellas, buscando su complicidad y construyendo así el lazo que las hará sentir seguras física y emocionalmente en el espacio.
Acompañar a las criaturas en su proceso de crecimiento e integración de la vida conlleva estar disponibles y presentes para soportarlas tanto en las emociones y las experiencias
placenteras como en las dolorosas.
Todo organismo vivo está configurado por un plan interno de desarrollo inteligente que, si encuentra el entorno adecuado que le cuide y le permita fluir, puede desplegarse autónomamente. Esto implica poder sostener las emociones que se manifiestan y permitir que el cuerpo encuentre su manera de atravesarlas y digerirlas.
Límites durante la adaptación escolar
Crecer significa asumir que estamos limitadas; relacionarse con otros seres implica encontrarse con el límite del otro; vivir conlleva enfrentarse con experiencias sobre las que no tenemos el control; esto, tanto para la criatura como para las personas adultas, comporta enfrentarse a la frustración.
Desde esta mirada, entendemos la frustración como parte de la vida, del crecimiento y del desarrollo.
Nuestra visión pedagógica propone acompañar la frustración sin querer desviar el malestar que la criatura siente cuando no consigue o no sucede aquello que quiere.
Cuando una criatura se siente frustrada, suele manifestar su malestar a través del llanto. El llanto le permite elaborar las pérdidas y al mismo tiempo favorece una descarga tensional que le libera y le relaja profundamente.
Comprendemos que como personas adultas puede ser difícil acompañar el llanto de una criatura, pero creemos importante permitirlo, acompañarlo y no intentar evitarlo. Es en este proceso de abrirse a lo social cuando la criatura entra en relación con sus iguales. Esta relación también es un proceso que se va aprendiendo e incorporando a partir de los encuentros y desencuentros con las demás personas.
Conflictos en el proceso de adaptación escolar
En Xantala consideramos el conflicto como inherente a la vida y como una oportunidad de aprendizaje: permite entrar en contacto con la autoestima y la autoafirmación, entrenar la empatía y la capacidad de ver al otro, encontrar el equilibrio entre la preservación y la flexibilidad, buscar soluciones creativas, negociar, estar en contacto con las propias necesidades y, con el tiempo, aceptar posturas diferentes.
Por ello, acompañamos a las criaturas a poder expresar sus necesidades y escuchar las de la otra persona, sin intentar resolver las adultas los conflictos que se producen entre peques, sino ofreciendo un espacio de comunicación y de resolución personal de la tensión. Así, el proceso de adaptación escolar viene a ser un pequeño laboratorio del arte de vivir.
El sostén, el acompañamiento y la confianza que podemos ofrecer a las criaturas serán la base que les permitirá dar sus próximos pasos en el mundo desde un lugar interno de seguridad y confianza en la vida y en sus propias capacidades.